¿Cuántos tipos de nebulosas existen?

El conocimiento humano sobre el espacio exterior se ha ampliado de forma exponencial. Hoy en día se encuentran mapeadas grandes extensiones incluso más allá de la vía láctea. La captación y estudio de imágenes permite comprender las estructuras que se encuentran afuera. Precisamente, permitió a los astrónomos a categorizar y comprender los tipos de nebulosas existentes.

El concepto de nebulosa ha sido fundamental en el desarrollo de la astronomía. En principio, se le llamaba así prácticamente a cualquier objeto celeste difuso. Con la aparición del telescopio y la ampliación de su alcance, se ha entendido más sobre este fenómeno natural.

¿Qué son las nebulosas y dónde se encuentran?

Las nebulosas son zonas o regiones caracterizadas por la existencia de polvo y gases. Por efecto de la gravedad, estas partículas comienzan a unirse lo cual incrementa su tamaño. Esto también genera una amplitud en su fuerza gravitacional.

La nebulosa comienza como una zona en donde se registran polvos y gases a cierto distanciamiento. Al conglomerarse esta nube, su núcleo se calienta y es como se da paso al nacimiento de una nueva estrella. Las nebulosas se encuentran en cualquier parte del espacio interestelar, entre diversas estrellas.

Según el conocimiento científico actual existen al menos tres tipos de nebulosas en la actualidad. Estas son oscuras, las de reflexión y las de emisión. Esta categorización obedece a la composición de la nebulosa y la luz. Por supuesto, la perspectiva de la observación humana juega un papel crucial al definirlas.

Los tres tipos de nebulosas

• Las nebulosas oscuras son nubes simples de gas frío y polvo que no emiten luz que pueda percibirse. Básicamente, estas son muy similares al humo gris que emite un cigarrillo. Dentro de esta región hay estrellas que no emiten radiación, pueden verse, por ejemplo, por encima de la franja luminosa de la Vía Láctea.
• En segundo lugar, las nebulosas de difusa reflexión se distinguen por tener un color azul. Estas se componen de polvo e hidrógeno, reflejando una zona de luz bastante vistosa entre las estrellas. Un ejemplo de esta nebulosa, es la zona que cubre la estrella Mérope y alrededor de otras estrellas del cúmulo estelar Pléyades.
• Por su parte, las nebulosas de emisión son las más comunes y pueden verse con facilidad. Su luminosidad se debe al hecho de que reciben mucha radiación de las estrellas cercanas. Los átomos de hidrógeno son estimulados por la luz ultravioleta, perdiendo su único electrón y emitiendo un fotón. La nebulosa de Orión es probablemente el caso más emblemático.

Las nebulosas de emisión se subdividen según el tipo de estrella que les rodean. Están las asociadas a formaciones estelares jóvenes y las que son iluminadas por estrellas moribundas. Sin duda alguna, el universo cada vez es mejor observado y comprendido por el ser humano.